jueves, 11 de junio de 2009

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HUYENDO DE TU BOCA, COMO ESPEJISMO DE HOMBRE INACABADO

…A través de los lenguajes silenciosos de tu presencia,
oigo el clamor de la mímica de gestos furtivos
cómo inquietan con sus duendes
los márgenes carnales del corazón,
cómo desvisten las transparencias del secreto;
oigo el rumor de la daga encendida de tus ojos
que acusa a los ángeles con tanto fuego
que los violines de la ternura son las músicas
que alborotan los sinsentidos candentes de la herida
hasta sentir el beso en lo más doloroso de la ausencia,
en los rasguños que hicieron las sirenas
sobre el torso ceniciento del cariño,
hasta despertar del letargo los labios soñadores,
hasta extinguir los cielos protectores acrisolados
en un puñado de arena dejado al viento de los imposibles,
en un poema roto que lanzo al aire a pecho descubierto
para que lo picoteen las oropéndolas del olvido
como si fueran migas de pan que esparcen
tus manos hacia nadie en el huracán que gime tempestad
y lamenta su suerte negándose a si mismo gozar
los pétalos del placer, la vida destellante
de los hijos de la risa;
en la duna de los sentimientos, en la fiesta
sólo la pasión desea escuchar la voz de la sangre
a través de los escondites de la luna, sólo una gota
de tristeza luminosa deambula en el camino resbaladizo
de las dudas inciertas del amor hasta morir…

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