lunes, 15 de junio de 2009

7

EFÍMERA INSPIRACIÓN DE LA PALABRA

Poeta enfermo es el minusválido que desde su silla de ruedas
emborrona los viejos hematomas de la conciencia.

Huyéme, parábola abismal de la encrucijada sonora.

Poeta es el enfermo que desde la cama
escribe con un termómetro las metáforas de la soledad.

Efímera inspiración, soy de los que amontonan las vacunas del alma.

Huyéme, paradoja, tinta de bolígrafo, de las evasiones.

Poesía era la laguna, la cenagosa palabra,
el reuma que paraliza la mano del poeta.

sábado, 13 de junio de 2009

6

MÁS ALLA DE TU SEXO

Veo detrás de tu clítoris la inmensidad de lo desconocido,
la sonrisa atractiva de la tentación
con sus hechizos para sonámbulos
y caigo desde los trapecios de las alturas
en un salto sin red,
resbalo como una gota de lluvia
hacia tus interiores sagrados,
desvelo tu intimidad que se me abre de piernas, me alumbra
con el nacimiento de la luz, y mis ojos bucean entre el fuego
para encontrarte, me abraso
en las ascuas carnales, en ríos de lava
que se agitan y ahogan mi rostro,
que funden mi cuerpo con el tuyo…
…somos moldeados al son de la música,
en un mismo bronce,
en escultura, en levedad amorosa,
y humedecemos con nuestras lívidos las tierras infecundas del metal
hasta recibir la vida, hasta resucitar
en esa montaña que es tu clítoris,
en la desconocida sombra de tu alma.

jueves, 11 de junio de 2009

5

HUYENDO DE TU BOCA, COMO ESPEJISMO DE HOMBRE INACABADO

…A través de los lenguajes silenciosos de tu presencia,
oigo el clamor de la mímica de gestos furtivos
cómo inquietan con sus duendes
los márgenes carnales del corazón,
cómo desvisten las transparencias del secreto;
oigo el rumor de la daga encendida de tus ojos
que acusa a los ángeles con tanto fuego
que los violines de la ternura son las músicas
que alborotan los sinsentidos candentes de la herida
hasta sentir el beso en lo más doloroso de la ausencia,
en los rasguños que hicieron las sirenas
sobre el torso ceniciento del cariño,
hasta despertar del letargo los labios soñadores,
hasta extinguir los cielos protectores acrisolados
en un puñado de arena dejado al viento de los imposibles,
en un poema roto que lanzo al aire a pecho descubierto
para que lo picoteen las oropéndolas del olvido
como si fueran migas de pan que esparcen
tus manos hacia nadie en el huracán que gime tempestad
y lamenta su suerte negándose a si mismo gozar
los pétalos del placer, la vida destellante
de los hijos de la risa;
en la duna de los sentimientos, en la fiesta
sólo la pasión desea escuchar la voz de la sangre
a través de los escondites de la luna, sólo una gota
de tristeza luminosa deambula en el camino resbaladizo
de las dudas inciertas del amor hasta morir…

miércoles, 10 de junio de 2009

4

LA CARTA INEVITABLE

Querida sustancia:

Una lágrima de cocodrilo humedeció las minúsculas células
de tu corazón,
y entre gemidos quisiste mojar esa luz instintiva
desprendida de los ojos cristalinos,
porque quizás el sol fuera una molécula de cuarzo
que transparenta las intimidades de tu alma misionera,
y los protagonistas de la vida tal vez son unos pobres mercaderes
de dientes,
igual que los vendedores de palabras que enmudecen sus símbolos
con la lluvia transpirada de las medias nubosas
que esconde el agua,
y aún cuando necesitas de unos crisantemos alborotados
sobrevives como el himen mentiroso de la tierra…
…si pudieras ser actriz y lloraras como una esponja,
si ahora pudiera volver al mar de tus depresiones
e imaginar que eres prisionera de un barco de realidades…
…si el deseo de sufrir tu cuerpo desnudo se olvidara
como el trascurso del tiempo y los soles
de los días que viviste,
si pudiera contaminar con metáforas cada desolación tuya…

Ahora estás desaparecida, pero aún permanece en el aire
el sonido inquieto, el rumor que deshabita las nostalgias,
quizás creas que eres eterna como la infancia
pero sigues siendo la efímera imaginación de un pobre loco
o el leve recuerdo con alas de murciélago; hoy nada
se ha desatado de la retina ausente
que encierra la expresión de la soledad.

martes, 9 de junio de 2009

3

LUMINOSO RESPLANDOR DE AUSENCIA

Allí, en el diván del desconsuelo,
duerme mi amante sobre la cama,
extinguida como una crisálida, con las manos henchidas
como los ojos.

Expiró su último pensamiento en la mecedora
de los desafortunados,
con los párpados asolados escrutando el único
momento
donde el final inicia una despedida con pañuelos verdes.

El agua se encarna en un espectro en las angulosas
penumbras
de su vagina, dando cobijo en el regazo a los átomos
que escapan salpicados de sus faldas
hacia las dunas inconscientes como una parábola inconclusa.

Esa carne suya la trascura el viento, la portará
como ceniza en un libro antiguo,
esto no es mujer: era la feminidad de
un puñado de tierra,
los senos que mordisquean las hormigas en
la curvatura de un espejo.

Todavía aún ella juega a ser reina de la noche,
enquistada como una onda en la peregrina sombra
de la tragedia,
esto no es un sueño: era la indescifrable
melancolía,
el péndulo que retorna a su espacio indeciso
como una gota perdida.

sábado, 6 de junio de 2009

2

PARÁBOLA DE LA CARNE

Delante
del ventilador
una mujer
espera
que la desnuden
los huesos,
despeinándose
las vértebras,
hilando
el desánimo
en la oscuridad
más profunda
de sus sábanas,
casi dejando de ser
en un sanatorio
de vientres
momificados,
haciéndose desflorar
la cal
que la cubre,
encogida
delante del viento
sin ser desnudada,
deseando
ser quitada
de la carne,
del plomo rojizo
que comprime
su esqueleto,
encarnada
en un fuego
que hace arder
sus pechos calcinados
de la larga espera,
hasta ser insoportable
que ninguna momia
haya llegado
a desnudarla
de entrañas
sanguinolentas
y blanqueadas superficies
porque sólo
le quitan la ropa
y nada más,
sólo los encajes
y los vacíos
y los enormes espacios
delimitados,
sujeta a unos brazos
y a una boca,
a unas manos
y a una lengua,
a un rascacielos
de cuerpo
que la impide
ser ligera
y ser aire,
que la inmoviliza
en los cimientos,
incapaz
de volar
donde la arrastra
el ventilador
rompiendo
sus cristales y saliéndose
por las grietas
del escorzo,
hasta hervir
y desaparecer
en burbujas,
convulsionada,
incendiando sementeras
en el agua,
irritada
de escozor,
en la llama
naranja
y amarilla
que explora,
sólo
cuando terminan
de sembrarla,
enfriada
en la noche
más terrible,
en la luna
más blanca.

Sabe
que en su habitación
con una multitud
de hombres
la atraparon
su mar,
la disecaron
toda su podredumbre
viva,
todas sus escamas
postizas.

Sin
saber
que detrás
del ventilador
los espejismos
son
más
que un cuerpo.

1

ALMA

Qué difícil es llegar al alma
de un folio blanco,
escribir en el aire
pompas de jabón,
ser el fetiche de la humanidad
o hacer un nido de ilusiones
con hilos de curtir carne,
y desaparecer
dentro de los guantes sedosos
de un mago
que en sus manos
tiene una fábrica de palomas blancas
y un escaparate de vidas felices
en su chistera negra.

Qué difícil es llegar al alma
de un cómico,
vivir fuera del telón
de cada marioneta mortal,
hacer de loco deprimido
o resucitar
a los abuelos que lloran como niños
y a los niños que ríen como abuelos,
habitar la carpa de un circo
de imaginarias y reales lonas
con la improvisación
de unos fuegos artificiales
y un maquillaje rojo.

Qué difícil es poner disfraz
a la ternura,
aparentar ser un payaso
cuando estás desesperanzado,
y con el carmín
dibujar, veloz, una sonrisa,
pulir, furtivo, una máscara,
y con la pintura del corazón
subir al escenario y ser público,
bajar del estrado y ser actor.

Qué difícil es llegar al alma
del alma.

BIENVENIDA

CARTA DE BIENVENIDA AL MUNDO DE LAS MUSAS

Bienvenida a la ciudad del arte. Estás invitada a que pasees por sus luminosas calles y alegres avenidas, por sus festivas plazas. Cuando traspases la primera esquina serás inspiración, serás obra de arte, serás color en la vida del poeta. Cuando dejes atrás la línea divisoria que separa a las mujeres mortales de las musas, yo iré a tu encuentro con los duendes de la creatividad, mojaré mis pinceles con tu luz y escribiré sobre el aire mágicos dibujos, fosforescentes palabras.

Ven y entra por la puerta del arcoiris. Es la ciudad de los sueños y de las parábolas abismales. Es el paraíso, un inmenso jardín en el que habitan trotamundos y bohemios, piratas, sirenas y cabras locas. Allí la vida es una fiesta, el jolgorio y la juerga de los hijos de la risa.

En nuestra ciudad reina la imaginación, la fantasía, la fraternidad y el respeto. El amor es azar, juego. El deseo, borrachera. La pasión, instinto. Cada amanecer es celebrado con los ritos de la fecundidad. Cada día es domingo en nuestro calendario sabático. La mayoría de los ciudadanos somos cigarras sureñas, vivimos a la vera del sol. El lejano Norte es para las hormigas y para los hombres grises. El carnaval y el buen tiempo, para los artistas y las inmortales musas.

Si quieres ser musa y aprender a volar, ser fuente de inspiraciones y locuras, con sólo venir a la ciudad del arte y soñar, alcanzarás los cielos prósperos del reconocimiento, los manantiales puros de la genialidad.

Ya no serás un simple número en la larga lista de la vida, una modesta tuerca en la cadena de producción, la mueca erótica y vulgar de un anuncio de publicidad o la mujer florero, sino la feminidad sagrada y sublime, la belleza encarnada en arte.