En los enigmas alborotados de tu sonrisa,
en la rosada y carnosa boca
de tu irisado encantamiento
se descifra la clave
de la felicidad del hombre.
Es allí, en el centro del laberinto
donde es posible alcanzar el sosiego y la paz,
donde la dicha infinita es el regalo generoso
que tu alma, las esencias cristalinas de tu enigmático interior,
otorga a quienes acariciaron y mimaron
su geografía,
a los amantes perfectos.
Eres tú la insignia del amor, la primavera eterna
que se instaura cuando besan tus labios,
cuando se desborda el mar y sus olas inundan
la espesura planetaria,
cuando la plenitud se humedece
y exhala salitre.
Esas gotas
que descienden del abismo
y quedan suspendidas en la entrada del paraíso,
son perlas que embellecen tu melena,
son flores que regalas
a los enamorados que abrieron el cofre
y vieron la luz de tu tesoro,
que desvelaron el misterio nacarado,
el femenino secreto que ocultas,
en la bóveda del placer.
Tu carnal presencia es la inspiración,
es la poesía que empapa tu cabello
con las escarchas de la simiente,
que impregna tu sangre
de semillas voladoras y metáforas,
de masculinas almas.
Cuando sonríes, yo quiero estar cerca
para ver ese guiño con forma de corazón,
esa invitación a entrar en lo oculto
en la intimidad sagrada.
Es tu risueño semblante la alegría del poeta,
la señal inconfundible de las noches en vela
sólo pensando en ti,
amando tus ausencias y presencias imaginarías,
enloquecido en la burbuja del arte
en la pasión de desearos
y cautivar con versos
la soledad.
martes, 30 de agosto de 2011
martes, 16 de agosto de 2011
11
MALDITOS HIJOS
Yo soy el más imperfecto de los poetas que he conocido
que escribe con lápiz de piedra a la destrucción,
el humano menos hombre de todos los insensibles,
el herido de muerte por una cicatriz en la superficie
del lodo que cubre las paredes de un libro,
el escribidor más agónico de los muertos vivientes,
el menos niño de las almas sensibleras,
me pierdo en las tinieblas de los mares
que sordo me hacen beber agua salada,
y contemplo como cada hijo mío
cada día envejece más y más lentamente,
cómo pierden la belleza de la juventud
más y más lentamente,
y los odio porque también he envejecido
sin amamantarles una sola noche,
más y más lentamente,
porque jamás les he amado ni les he besado
más y más lentamente,
porque se han resbalado derramados por el corazón
oscuro de la máquina de escribir
más y más lentamente,
que cuando he visto a su madre se me ha caído al suelo
y mis hijos subnormales lloraron odiándome
más y más lentamente,
a través de los huesos de mi sepultura
y desgarran las entrañas de los gusanos que me devoran
más y más lentamente
en una lápida de papel blanco que se oscureció
al llegar la hora de escribir otro poema
más y más lentamente
sobre un incendio de cenizas que me quemó vivo
cuando mis hijos murieron el mismo día que su padre
más y más lentamente,
y me asfixiaron con la amargura que les había dejado en la sangre
ahogándose en las lágrimas de sus hijos
más y más lentamente,
hasta que llegaron los otros sepultureros
más y más y más lentamente
a desenterrar a las palomas que escribí en las tardes de invierno.
Yo soy el más imperfecto de los poetas que he conocido
que escribe con lápiz de piedra a la destrucción,
el humano menos hombre de todos los insensibles,
el herido de muerte por una cicatriz en la superficie
del lodo que cubre las paredes de un libro,
el escribidor más agónico de los muertos vivientes,
el menos niño de las almas sensibleras,
me pierdo en las tinieblas de los mares
que sordo me hacen beber agua salada,
y contemplo como cada hijo mío
cada día envejece más y más lentamente,
cómo pierden la belleza de la juventud
más y más lentamente,
y los odio porque también he envejecido
sin amamantarles una sola noche,
más y más lentamente,
porque jamás les he amado ni les he besado
más y más lentamente,
porque se han resbalado derramados por el corazón
oscuro de la máquina de escribir
más y más lentamente,
que cuando he visto a su madre se me ha caído al suelo
y mis hijos subnormales lloraron odiándome
más y más lentamente,
a través de los huesos de mi sepultura
y desgarran las entrañas de los gusanos que me devoran
más y más lentamente
en una lápida de papel blanco que se oscureció
al llegar la hora de escribir otro poema
más y más lentamente
sobre un incendio de cenizas que me quemó vivo
cuando mis hijos murieron el mismo día que su padre
más y más lentamente,
y me asfixiaron con la amargura que les había dejado en la sangre
ahogándose en las lágrimas de sus hijos
más y más lentamente,
hasta que llegaron los otros sepultureros
más y más y más lentamente
a desenterrar a las palomas que escribí en las tardes de invierno.
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el poeta de la calle,
Manuel Moriel Cambres
lunes, 25 de julio de 2011
10
TU SEXO
Tu sexo es agua para sedientos,
es la brújula de los amantes solitarios,
es la vagina cósmica
compañera de los poetas.
Tu sexo es la madre de todas las mujeres
que viajaron conmigo y me amaron,
que recibieron mi semilla luminosa
y mi verso.
Tu sexo es el alma
de los náufragos,
el violín mágico
que afinan los mejores músicos.
Tu sexo es la luna de los sonámbulos,
la lámpara de los deseos
custodiada por el genio del amor;
por el ángel de la guarda que protege
el secreto de tu belleza
de corsarios como yo, de piratas
de la palabra que vierten su luz
sobre tu desnuda esencia.
Tu sexo es el cáliz sagrado
de los Dioses de la fecundidad,
es una diablesa con sonrisa angelical
y labios carnosos,
dispuesta a seducir a los hombres
con los encantamientos del mar,
a gozar con ellos los juegos de alcoba
hasta rendir su fuerza y despojarlos
de simientes y elixires,
hasta acoger en las profundidades
de la oblicua hendidura
sus almas.
Tu sexo es el origen de la vida,
es el inicio del abismo, el acantilado del placer,
el insondable infinito
recluido en la pequeña guarida
de tu carnal risa,
en el final del estrecho túnel, entre los pétalos sonrojados
y trémulos de la presencia enigmática
de tu ser.
Tu sexo es agua para sedientos,
es la brújula de los amantes solitarios,
es la vagina cósmica
compañera de los poetas.
Tu sexo es la madre de todas las mujeres
que viajaron conmigo y me amaron,
que recibieron mi semilla luminosa
y mi verso.
Tu sexo es el alma
de los náufragos,
el violín mágico
que afinan los mejores músicos.
Tu sexo es la luna de los sonámbulos,
la lámpara de los deseos
custodiada por el genio del amor;
por el ángel de la guarda que protege
el secreto de tu belleza
de corsarios como yo, de piratas
de la palabra que vierten su luz
sobre tu desnuda esencia.
Tu sexo es el cáliz sagrado
de los Dioses de la fecundidad,
es una diablesa con sonrisa angelical
y labios carnosos,
dispuesta a seducir a los hombres
con los encantamientos del mar,
a gozar con ellos los juegos de alcoba
hasta rendir su fuerza y despojarlos
de simientes y elixires,
hasta acoger en las profundidades
de la oblicua hendidura
sus almas.
Tu sexo es el origen de la vida,
es el inicio del abismo, el acantilado del placer,
el insondable infinito
recluido en la pequeña guarida
de tu carnal risa,
en el final del estrecho túnel, entre los pétalos sonrojados
y trémulos de la presencia enigmática
de tu ser.
lunes, 21 de febrero de 2011
9
TRILOGIA
1
El hombre se desperdiga
en los muslos
de las musas,
y en sus obeliscos
descendió
como una gota de mercurio
en el perfil
de una muñeca de trapo
que baila con los ojos vendados
sobre una circunferencia.
2
La poesía trajo las musas
a la vida cotidiana
bajadas de la nube,
al fin sintieron como cualquier humano dolor.
3
Ese atlas de viento
languidece como el suspiro
de una mujer...
...ofreciendo el sexo de la manzana
a los ángeles...
...el mensaje lo maquillaron
hasta deshacer
el lenguaje de los ojos.
1
El hombre se desperdiga
en los muslos
de las musas,
y en sus obeliscos
descendió
como una gota de mercurio
en el perfil
de una muñeca de trapo
que baila con los ojos vendados
sobre una circunferencia.
2
La poesía trajo las musas
a la vida cotidiana
bajadas de la nube,
al fin sintieron como cualquier humano dolor.
3
Ese atlas de viento
languidece como el suspiro
de una mujer...
...ofreciendo el sexo de la manzana
a los ángeles...
...el mensaje lo maquillaron
hasta deshacer
el lenguaje de los ojos.
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Manuel Moriel Cambres,
poeta de la calle
8
LA CREACIÓN
Las inspiraciones
son peces de colores
que se escapan de
la pecera
y vuelan
en los cielos
del arte,
picoteando en las manos bohemias
de la imaginación,
en los sueños prófugos del alma,
en las esencias imperceptibles del genio
hasta ser obra, creación,
hasta tomar forma
y ser el hijo pródigo del artista,
su hijo fantástico.
Las inspiraciones
son peces de colores
que se escapan de
la pecera
y vuelan
en los cielos
del arte,
picoteando en las manos bohemias
de la imaginación,
en los sueños prófugos del alma,
en las esencias imperceptibles del genio
hasta ser obra, creación,
hasta tomar forma
y ser el hijo pródigo del artista,
su hijo fantástico.
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Manuel Moriel Cambres,
poeta de la calle
lunes, 15 de junio de 2009
7
EFÍMERA INSPIRACIÓN DE LA PALABRA
Poeta enfermo es el minusválido que desde su silla de ruedas
emborrona los viejos hematomas de la conciencia.
Huyéme, parábola abismal de la encrucijada sonora.
Poeta es el enfermo que desde la cama
escribe con un termómetro las metáforas de la soledad.
Efímera inspiración, soy de los que amontonan las vacunas del alma.
Huyéme, paradoja, tinta de bolígrafo, de las evasiones.
Poesía era la laguna, la cenagosa palabra,
el reuma que paraliza la mano del poeta.
Poeta enfermo es el minusválido que desde su silla de ruedas
emborrona los viejos hematomas de la conciencia.
Huyéme, parábola abismal de la encrucijada sonora.
Poeta es el enfermo que desde la cama
escribe con un termómetro las metáforas de la soledad.
Efímera inspiración, soy de los que amontonan las vacunas del alma.
Huyéme, paradoja, tinta de bolígrafo, de las evasiones.
Poesía era la laguna, la cenagosa palabra,
el reuma que paraliza la mano del poeta.
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poeta de la calle
sábado, 13 de junio de 2009
6
MÁS ALLA DE TU SEXO
Veo detrás de tu clítoris la inmensidad de lo desconocido,
la sonrisa atractiva de la tentación
con sus hechizos para sonámbulos
y caigo desde los trapecios de las alturas
en un salto sin red,
resbalo como una gota de lluvia
hacia tus interiores sagrados,
desvelo tu intimidad que se me abre de piernas, me alumbra
con el nacimiento de la luz, y mis ojos bucean entre el fuego
para encontrarte, me abraso
en las ascuas carnales, en ríos de lava
que se agitan y ahogan mi rostro,
que funden mi cuerpo con el tuyo…
…somos moldeados al son de la música,
en un mismo bronce,
en escultura, en levedad amorosa,
y humedecemos con nuestras lívidos las tierras infecundas del metal
hasta recibir la vida, hasta resucitar
en esa montaña que es tu clítoris,
en la desconocida sombra de tu alma.
Veo detrás de tu clítoris la inmensidad de lo desconocido,
la sonrisa atractiva de la tentación
con sus hechizos para sonámbulos
y caigo desde los trapecios de las alturas
en un salto sin red,
resbalo como una gota de lluvia
hacia tus interiores sagrados,
desvelo tu intimidad que se me abre de piernas, me alumbra
con el nacimiento de la luz, y mis ojos bucean entre el fuego
para encontrarte, me abraso
en las ascuas carnales, en ríos de lava
que se agitan y ahogan mi rostro,
que funden mi cuerpo con el tuyo…
…somos moldeados al son de la música,
en un mismo bronce,
en escultura, en levedad amorosa,
y humedecemos con nuestras lívidos las tierras infecundas del metal
hasta recibir la vida, hasta resucitar
en esa montaña que es tu clítoris,
en la desconocida sombra de tu alma.
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